Aprendiendo a dibujar

Experimentos pictóricos, información y reseñas

Rotuladores — 3 diciembre, 2019

Rotuladores

Un rotulador es un instrumento de escritura que contiene un cartucho de tinta, y que fue diseñado para escribir en distintas superficies, aparte del papel. El exterior del rotulador es plástico, y su interior alberga una punta de material poroso, normalmente fieltro.

El rotulador fue inventado en 1962 por el japonés Yukio Horie, pero sus antecedentes datan de mucho antes. Ya en 1871, el químico alemán Von Baeyer desarrolló unos bolígrafos fluorescentes para sus hijos, que más tarde se utilizaron para marcar pasajes de texto. Estos bolígrafos son los ancestros del rotulador de seguridad, inventado en 1980, y diseñados para marcar objetos de valor con un trazo que solo puede ser visto bajo luz ultravioleta.

Rotulador de punta gruesa «Sharpie»

Pero fue en 1910 cuando fue patentado por Lee Newman el prototipo del rotulador tal como lo conocemos. En 1926, Benjamin Paskach patentó un “pincel fuente” consistente en una punta absorbente que contenía diferentes pinturas de colores. En 1953 los rotuladores de este estilo se popularizaron a raíz de la aparición del “rotulador mágico” de Rosenthal, consistente en un tubo de cristal con tinta con una punta de fieltro. A finales de la década de los cincuenta, el uso de rotuladores con punta de fieltro se había popularizado para aplicaciones como la que hoy conocemos como “lettering”, y también para marcar objetos o crear pósteres. Tras la invención de Yukio Horie en 1962 llegó la era del rotulador para fines de ilustración con la entrada del rotulador Copic en 1993. Otras genialidades de la compañía de Yukio Horie (en la actualidad, Pentel) fue el rotulador de punta cerámica en 1973, llamado ceramicrón.

Finecolour 3

Rotulador de punta biselada «Finecolour»

La tinta de los rotuladores es principalmente de base alcohólica o acuosa. Los más comunes son los rotuladores de alcohol, ya que son permanentes, resistentes al agua, y son los utilizados sobre el papel, mientras que los no permanentes se suelen utilizar en pizarras blancas, donde la tinta se adhiere, pero no se absorbe. Sin embargo, hasta 1990 los materiales más utilizados eran el tolueno y el xileno, sustancias tóxicas y de olor muy fuerte.

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Rotulador acuarelable «Tombow» con punta de pincel

En la actualidad existe un extenso mercado de rotuladores, desde los infantiles hasta los profesionales para ilustración, los rotuladores acuarelables, los permanentes y los adherentes. Los hay de punta fina, gruesa, punta de pincel (para mejor resultado en trabajos con rotuladores acuarelables) y de punta doble, muy útiles. Los rotuladores más populares son los mencionados Copic que, aunque son muy costosos, su depósito de tinta es recargable. Otras opciones populares y más económicas son los Sharpie los Promarker de Winsor&Newton y, algo más caros, los Chameleon.

Fuentes: Hisour | Historia de la escritura

Reseña: rotuladores permanentes — 20 enero, 2019

Reseña: rotuladores permanentes

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La marca Sharpie comenzó su andadura en 1857, de la mano de Redington y Sanford Jr. En Worcester, Estados Unidos. Tras muchas tribulaciones, incluyendo el traslado de la fábrica a Chicago, un incendio y la Gran Depresión, a partir de los años 40 la compañía centró sus esfuerzos en los rotuladores, y así es como nació el rotulador Sharpie. Desde entonces se han vendido más de doscientos millones de unidades, y son los preferidos de muchos por su paleta de colores y secado rápido. Si quieres saber más sobre esta marca, te recomiendo esta entrada.

Compré los rotuladores Sharpie en una oferta (creo que fueron 9 libras por el estuche de 28) porque había oído hablar mucho acerca de ellos. Desde el principio me sorprendió su calidad, los colores tan vivos, el hecho de que se incluyeran algunos de punta fina y otros de punta gorda, e incluso el mismo color repetido varias veces (por ejemplo el negro, que es el que más se usa). Utilizo poco los rotuladores como medio, pero estos me han sorprendido por su acabado profesional y, sobre todo, por lo rápido que se secan, permitiendo continuar con el dibujo sin miedo a que la tinta se diluya con la mano, la regla o mezclando colores.

Rotulador de punta ultra fina
Rotulador de punta fina

El rotulador permanente Sharpie es robusto, de color gris brillante y con tapón de clip, para poder ser transportado fácilmente.  Es capaz de pintar en infinidad de superficies. En un lado de la barra aparece la marca, se recuerda que es un rotulador permanente y se clasifica en “punta fina” o “ultra fina”, siendo los rotuladores de punta fina más gruesos y con un capuchón redondeado, mientras que los de punta “ultra fina” son menos gruesos y el capuchón es redondeado. Estos rotuladores desprenden olor porque están basados en el alcohol (de ahí que sean de secado rápido) son resistentes al agua, y los colores no se desvanecen. Sin embargo, no pueden ser recargados por lo que, una vez que se gastan, hay que tirarlos.

Mi paleta de 28 rotuladores (algunos repetidos) es la siguiente:

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Amarillo / Naranja / Rosa pálido / Rosa claro / Rosa chicle / Azul celeste / Azul cielo / Azul marino / Azul oscuro / Violeta / Púrpura / Morado / Verde claro / Verde hoja / Verde césped / Gris / Negro

Los nombres de los colores son orientativos, ya que el rotulador no ofrece numeración o nombre para poder clasificarlos.

Los Sharpie se presentan habitualmente en blísters de plástico o en cajas de cartón gigantes con los rotuladores dispuestos a modo de rueda, por lo que hay que buscarles una caja propia una vez desempaquetados. Los Sharpies son manejables y ligeros de transportar, pero por su grosor causan ciertas dificultades a la hora de encontrarles sitio en un estuche de tiras de goma ajustables (yo siempre dejo un hueco cada 2-3 rotuladores para poder cerrar el estuche, si no es imposible).

Aquí, un dibujo coloreado con los Sharpie:

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Los Sharpie se presentan en infinidad de colores (normales, pastel, neón, etc) y en infinidad de sets de 2 unidades, 5, 8, 12, 24, 28, 30, y seguro que me dejo alguno más. Me ha sido imposible encontrar una paleta oficial, y tampoco averiguar cuántos colores tiene la gama. Eso sí; los Sharpie pueden ser usados tanto por aprendices como por artistas. Están a la venta en Amazon y en muchas tiendas físicas, ya que es un rotulador bastante popular tanto en América como en Europa.

Lo mejor: la viveza de sus colores, que son permanentes y resistentes al agua. Hay buenas ofertas.
Lo peor: No pueden recargarse y son un poco gruesos.

Puntuación: 8/10
Web oficial

Reseña: rotuladores acuarelables de MozArt — 3 enero, 2019

Reseña: rotuladores acuarelables de MozArt

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MozArt Supplies es una marca de material artístico sobre la que no hay mucha información disponible. Fundada por un matrimonio británico amante del arte en 2016, MozArt incluye entre sus productos rotuladores, acuarelas, portaminas, pinceles y papel, todos ellos a precios razonables.

Los rotuladores acuarelables de MozArt se presentan con doble entrada (punta gorda y punta fina) o con entrada simple en forma de pincel. Sus tintas, de gran viveza y calidad, son una mezcla de tintas japonesas y alemanas. El rotulador está realizado en China.

Los rotuladores de los que voy a hablar en esta entrada son los de una sola cabeza, que son los que tengo. Estuve pensando durante mucho tiempo si comprar los de doble cabeza o los simples, hasta que compré los de entrada simple. El motivo es que presentan punta de pincel, mientras que los de cabeza doble tienen punta de rotulador, y a mí me pareció mejor la primera opción.

mozart brush pen

Los rotuladores de MozArt de entrada simple son redondos, manejables, ligeros, pintados en blanco y con las palabras “MozArt Brush Pen” en el lomo. Cada uno de los rotuladores presenta una base a juego con el color de la tinta, y un capuchón de plástico transparente que deja ver la punta en forma de brocha. El trazo sobre el papel es suave, de color vívido, y se mezcla bien con el agua si no se deja pasar demasiado tiempo entre la aplicación y la mezcla, y también puede usarse en seco, por supuesto. Son rotuladores inodoros y no se comercializan por separado.

Detalles como el grado de resistencia a la luz o la paleta de colores son desconocidos. Los rotuladores MozArt Brush vienen en sets de 12 y de 24 unidades, ordenados por colores, en estuches de plástico duro que al abrir nos reciben con un bonito mensaje agradeciendo nuestra compra.

La paleta de colores para la caja de doce unidades es la siguiente:

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Aquí va un dibujo rápido realizado con los rotuladores:

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En general, estos rotuladores son fáciles de usar y dejan un bonito acabado. Resultan una estupenda alternativa a cualquier set de rotuladores más costoso, porque además son bastante económicos (la caja de 12 unidades sale por unos 13 euros).

Lo mejor: colores vívidos, el precio.
Lo peor: falta de información técnica.

Puntuación: 9/10
Web oficial

¿Qué medio me gusta más y por qué? — 21 noviembre, 2018

¿Qué medio me gusta más y por qué?

Por este orden, saltándome la infancia y, hasta ahora, los medios que he probado han sido los siguientes:

Rotuladores
Lápices de colores
Acuarelas
Pasteles al óleo
Ceras

Comencé a interesarme por el material artístico porque trabajaba en una tienda de libros que también es una papelería y, aunque me ocupaba de la sección de libros, de vez en cuando iba a ordenar la sección de arte (tanto la infantil como la profesional). Así empecé a enterarme de las marcas, a inspeccionar los objetos y a estar al tanto de las novedades. Un día vi una oferta de 28 rotuladores de la marca Sharpie por 8 libras y no pude resistir la tentación de comprarlos.  Otro día, y debido al boom de los libros de colorear para adultos, decidí comprar unos sencillos lápices con cabeza doble y otros lápices acuarelables de la marca de mi tienda, que eran los más económicos. También adquirí tubos de purpurina de colores, papel de acuarela y el libro para colorear: ¡ya tenía mi primer set de arte!

Sin embargo, enseguida me di cuenta de que colorear dibujos de otros no era lo mío. A mí, desde pequeña, y aunque lo hubiera dejado apartado, me interesaba más hacer mis propias creaciones. Así comencé a dibujar cómics y postales utilizando el papel de acuarela y los Sharpie. Después seguí investigando sobre marcas más profesionales y terminé donando todos mis lápices de marca blanca para adquirir mi primer set profesional: ¡una lata de 24 lápices de Prismacolor! Después compré acuarelas en tubo, y el resto vino solo…

He pensado que esta introducción era necesaria para explicar por qué empecé por los rotuladores, porque de ellos es precisamente de los que voy a hablar a continuación:

1) Los rotuladores son un medio que no me entusiasma demasiado, ya que los noto ásperos al dibujar y el olor a alcohol termina mareándome después de un rato. Prefiero utilizarlos para detalles aislados, en lugar de realizar una ilustración entera con ellos. Solo he probado los Sharpie, los Promarker de Winsor & Newton y los Finecolour, y de los acuarelables los Tombow y los MozArt con punta de pincel, que uso bastante poco. Aunque son de colores vibrantes y exigen poco repaso para rellenar una superficie, si no se utiliza el papel adecuado puedes romperlo (incluso utilizando papel de acuarela, se traspasa : /). Además, tampoco hay posibilidad de reparar un error una vez que te confundes. Por si fuera poco, mezclar colores puede ser una mala idea si no se hace con cuidado, ya que el papel se resiente. Los rotuladores se gastan pronto si los utilizas en grandes superficies, y la mayoría no disponen de recambio, y además se secan si los almacenas demasiado tiempo. Pero ésta es solo mi opinión personal: el artista de los rotuladores sin duda sabrá cómo solventar estos inconvenientes. Por otra parte, el acabado de un dibujo a rotulador puede quedar tan bien como una foto digital, y resultan un medio muy interesante para combinar con lápices, por ejemplo, resaltando sus trazos.

Finecolour

2) Los lápices de colores son la herramienta más perfecta que existe y, sin embargo, llegaron los últimos (¡no se inventaron hasta 1924!). Son manejables, no necesitan de otros artilugios para ser empleados (pincel, agua, trapo, etc.), son ligeros, normalmente económicos, se pueden llevar a todas partes, son precisos, no manchan, huelen bien, se pueden almacenar durante años y años, pueden mezclarse, ser borrados y se presentan en una gran cantidad de formatos (mecánicos, de grafito puro, de madera, etcétera) y de gamas (normales, acuarelables, pastel). Por otra parte, exigen trabajo por capas, por lo que puede resultar aburrido para personas impacientes. Como todo colorista sabe, no vale con “apretar el lápiz” para conseguir un resultado brillante y realista, sino que hay que aplicar varias capas en diferentes colores para conseguir así una apariencia tridimensional.

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3) Las acuarelas son un medio muy interesante que trabaja conjuntamente con el agua, de tal forma que su resultado es impredecible, y por ello hay innumerables técnicas. La magia del trazo y de las mezclas pueden dar un resultado espectacular sobre todo en paisajes. Además, la acuarela rellena grandes superficies en un tiempo relativamente corto. No obstante, su uso requiere esperar al secado, y el resultado normalmente varía (no se ve igual un dibujo cuando está recién pintado que cuando lleva varias horas secándose). Es un medio versátil (se presenta en pastillas, tubos, lápices). La acuarela es una técnica a la que algunos artistas le tienen miedo, ya que no saben cuál va a ser el resultado final, y éste puede quedar empañado por un trazo vacilante. Para aquellos que no se animan a utilizar acuarelas, yo les recomendaría los lápices acuarelables, que combinan precisión y el mismo efecto que las acuarelas.

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4) Los pasteles al óleo son mis pasteles favoritos (los otros tipos de pasteles que utilizo son los lápices), ya que no espolvorean ninguna superficie ni ensucian tanto como los tradicionales pasteles en tiza o pasteles blandos. Inhalar el polvillo de los pasteles es perjudicial para la salud, por lo que exige trabajar al aire libre o en una habitación específica y ventilada. El acabado de los pasteles es sin embargo muy vibrante, motivo por el cual fue el medio predilecto (junto con el óleo) para muchos y renombrados artistas de épocas anteriores. Es una técnica que hay que saber manejar, particularmente el pastel al óleo es estupendo para rellenar grandes superficies (a mí me funciona muy bien para atardeceres u océanos). Sin embargo, son olorosos, manchan y precisan de un fijador para que los colores se queden pegados al papel, pues nunca terminan de secarse sobre el lienzo u hoja.

oil pastels pentel

5) Las ceras las hay de dos tipos, ya sean realmente hechas de cera (pintan peor y manchan) o de plástico, extendidas más en el mundo infantil y que tienen la ventaja de que se pueden sacar mejor punta y no ensucian. Es un medio para combinar con otros, como por ejemplo los lápices, y que yo he usado poco, pero que he redescubierto gracias a las Triowax de Koh-I-Noor, que me han encantado porque son mates sobre el papel, no manchan y el resultado es similar al de un lápiz de color.

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Dicho todo esto, la conclusión es que mi medio favorito es el lápiz de color (lo que no es ninguna sorpresa). Por cierto, me encanta que haya tal variedad de formatos artísticos (incluyendo otros que nunca he mencionado porque nunca he utilizado, como el spray, los acrílicos o el óleo) porque cada quien utiliza el que va más acorde con su personalidad, y de todos ellos pueden salir maravillosas obras de arte que demuestran una vez más que el talento no va en el medio, sino en la mano que lo aplica.

Y a ti, ¿qué utensilio artístico te gusta más?

Reseña: rotuladores Finecolour — 16 noviembre, 2018

Reseña: rotuladores Finecolour

Finecolour

Finecolour es una marca china establecida en 2009 que se especializa exclusivamente en rotuladores. Tiene varias series, y una de ellas es la de los rotuladores de diseño (Design Markers EF100), que son de los que hablaré en esta entrada.

A la gente le gusta comparar estos rotuladores (y, en general, cualquier rotulador grande de doble cabeza) con los Copic japoneses, cosa que no entiendo. Los Copic son unos rotuladores, y luego pueden existir otros como los Finecolour, que no tienen por qué estar imitando nada. Si quisieran imitarlos habrían colocado una de las puntas del rotulador en forma de pincel, pero los Finecolour presentan una entrada con la punta como la de cualquier rotulador normal y la otra con una punta biselada. También se dice que no pueden ser recargados, pero esto no es cierto, como puede comprobarse fácilmente en la página oficial.

Los Finecolour Design son unos rotuladores de alcohol de tamaño y grosor mediano que se presentan en cajas de 24, 36, 48 y 72 rotuladores. Los hay de varias gamas, como la de tonos de piel o la especial para paisajes. Son grandes, pero se adaptan bien a la mano. No pesan y son de secado rápido, pero al ser de alcohol huelen y pueden manchar y, por supuesto, traspasan o agujerean el papel no apto para rotuladores. No conocemos su grado de resistencia a la luz porque la compañía no ofrece información al respecto ni en la caja ni en la página oficial, por lo que deducimos que será poco o nulo (puestos a comparar, los Copic tampoco son resistentes a la luz). Estos rotuladores son fáciles de transportar, aunque los capuchones son un poco problemáticos para quitar y poner, algo que, por otra parte, considero que es casi una ventaja, pues una vez colocados no es fácil que se salgan, y eso protege al rotulador para que no se seque.

Finecolour 3

Mi juego de rotuladores es de 24 colores, y en éste predominan sobre todo los verdes, azules y grises. Son unos colores muy vivos y que quedan muy bien después de secarse, consiguiendo un dibujo profesional que para mi gusto no tiene demasiado que envidiarle a otros rotuladores.

Estos rotuladores se comercializan en páginas como Ali Baba o Banggood, y también en la página oficial. En ella se pueden comprar individualmente. Hay 240 colores para elegir, lo que convierte a esta marca en la que ofrece el abanico más amplio de colores en rotulador que existe.

Yo adquirí mis Finecolour a través de Banggood, que es una tienda online china similar en funcionamiento a Amazon que se está poniendo cada vez más de moda. Ofrece una selección de hasta veinte mil productos de todo tipo, y también dispone de un departamento de papelería que incluye estuches, lápices de colores y acuarelables e increíbles sets de rotuladores a precios interesantes. Resulta una buena opción para los que tengan un presupuesto limitado para adquirir productos de arte. Un punto no tan conveniente es que, al ser los gastos de envío mínimos e incluso gratuitos, el pedido puede tardar mucho en llegar. Estos rotuladores han tardado, por ejemplo, 36 días en llegar a casa, pero los gastos han sido mínimos, ya que solo he pagado por el seguimiento del paquete y por el seguro en caso de que los retuvieran en la aduana (todos los productos vienen de almacenes en China, aunque hace poco abrieron un almacén en Inglaterra y, si vives en Europa, si tu producto viene de este último tardará obviamente bastante menos en llegar). Por lo demás, confirmo que comprar en Banggood es completamente seguro, y además hay atractivos cupones de descuento en internet para ahorrarse algún dinero, más los puntos que vas ganando por escribir comentarios o comprar, que luego se traducen en futuras ofertas.

Advertí que varios clientes se quejaban de que algunos rotuladores llegaban secos, así que, nada más recibirlos, mi principal preocupación fue probar cada rotulador para comprobar que estuviesen en perfecto estado y, para mi tranquilidad, todos funcionaron bien. Ignoro cuánto tiempo dura la tinta de un rotulador, pero los que tengo de la época del colegio son bastante antiguos y muchos de ellos ahí siguen rindiendo. Así que, salvo que se gasten por el uso, no creo que se vayan a secar de un año para otro, o al menos ésa es mi impresión.

La caja donde vienen los rotuladores es de plástico y parece resistente, aunque no termina de cerrarse herméticamente. En el interior encontramos un folleto donde se anuncia la gama de colores, aunque está en chino. Creo que es una buena caja para transportarlos, aunque tengo que averiguar cómo cerrarla para que no se salgan los rotuladores.

Aquí está la paleta de 24 colores:

finecolour

Y3 Amarillo medio / YG27 Césped / YG44 Verde palmera / G52 Viridian
BG71 Azul pato / BG96 Azul vacaciones / B112 Azul grisáceo / V119 Violeta claro
R137 Rojo fuerte / R140 Rojo sangriento / R144 Caoba claro / YR158 Naranja medio
E168 Marrón madera / E169 Nuez / 191 Negro / Y225 Amarillo ácido
B236 Azul proceso / B237 Azul cián / B241 Azul cielo / B242 Azul real
E247 Beige profundo / CG271 Gris frío num. 5 / CG272 Gris frío num. 7 / CG273 Gris frío num. 9

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En esta foto he mezclado dos azules y dos amarillos para ver qué tal se cubren los colores:

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He realizado una ilustración rápida de Hatsune Miku íntegramente con los Finecolour y, si no nos fijamos en el color de la cara de Hatsune, creo que el resultado ha quedado bastante bien:

Hatsune miku
Cuando no haces un test previo para ver cómo es el color y te lanzas a colorear creyendo que el rosa del capuchón es realmente el color que saldrá del rotulador…el resultado es una Hatsune que ha pasado demasiadas horas al sol de las playas de Hokkaido

Resumiendo: a mí me parecen una opción muy válida con la que trabajar, aun sin saber su grado de resistencia a la luz. Son unos marcadores aptos para principiantes y artistas avanzados, y parecen un buen regalo para los amantes del material artístico. Son económicos, cubren bien, tienen diferentes gamas, una página de referencia y cartuchos de recambio. Eso sí: recomiendo hacer una paleta de colores antes de usarlos, porque algunos colores no tienen mucho que ver con lo anunciado en el capuchón.

¿Dije económicos? Sobre el precio: estos rotuladores me han costado 22,80 euros (más gastos derivados) y, en noviembre de 2018, han ascendido a 26 euros. De momento siguen teniendo un precio atractivo comparado con otras marcas, aunque espero que no los suban mucho más.  Puedes comprar los Finecolour en el siguiente enlace.

Lo mejor: los colores, la solidez y el precio.
Lo peor: el capuchón es un poco difícil de cerrar.

Puntuación: 8/10
Web oficial del producto

Rotuladores ABT Dual Brush — 3 May, 2018

Rotuladores ABT Dual Brush

rotuladores

Tombow es una marca japonesa fundada en 1913, con presencia en todos los continentes y de reconocido prestigio. Esta caja en particular incluye seis colores primarios: negro, amarillo, rojo, rosa, azul y verde. Son redondos, de apariencia robusta, aunque finos y ligeros, más largos que un rotulador ordinario e incluyen dos puntas de fieltro de nylon: una en forma de pincel y la otra, una punta fina, lo que los hace ideales tanto para colorear como para escribir. La punta de pincel es elástica, lo que significa que vuelve a su posición original después de cada uso, y esto lo convierte en un rotulador ideal para principiantes, ya que permite un mayor control que otros rotuladores menos manejables.

Por un lado de la barra, en letras blancas, aparece la marca y el logo, la serie (ABT), el número del color y el aviso de que el rotulador no contiene ácidos. Además se incluyen dos ilustraciones que indican qué lado del rotulador tiene la punta fina o la punta de pincel. Por el otro lado, aparece el código de barras y el país de fabricación (Vietnam).

La pigmentación de estos rotuladores es alta, y los colores se pueden mezclar: no son tóxicos, tienen una base de agua, son inodoros y la tinta es compatible con el agua (acuarelable), por lo que podemos perfilar la superficie del dibujo y después arrastrarla con el agua, consiguiendo así un acabado más profesional, tanto para ilustraciones como para libros de colorear; son una delicia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la web oficial nos advierte de que los colores no son resistentes a la luz.

Los rotuladores no incluyen el nombre de cada color, sino simplemente una numeración. (N15 para el negro, 055 para el amarillo, 845 para el rojo, 725 para el rosa, 535 para el azul y 296 para el verde). Aquí dejo una muestra de los colores, habiendo utilizando en cada caso las dos puntas:

color chart

Y aquí, el efecto cuando se le aplica agua:

tombow trial
Aquí, una ilustración rápida que he realizado para probar los rotuladores (en papel Canson multitécnica):

autumn time

La verdad es que me encanta su punta flexible, tan sencilla de manejar, y el hecho de que con poca pintura podamos rellenar tanta superficie de una vez. Me parece una opción estupenda tanto para aprendices como para profesionales, para elaborar postales, caligrafía, colorear cómics o manga y para perderse entre las páginas de un libro de ilustraciones de fantasía. Eso sí; hay que tener cuidado de no incidir demasiado coloreando cerca de las líneas de dibujo, ya que me he fijado en que a veces puede arrastrar el color del delineador.

Los rotuladores ABT Dual de Tombow se comercializan en sets de 6, 12 y 18 unidades, y la gama contiene 95 colores diferentes. También pueden ser comprados individualmente. Además de los básicos, existe una línea de tonos pastel que es una preciosidad. Los vende Amazon España y Amazon UK.

Lo mejor: sus colores son vivos, no huelen, no son tóxicos, se mezclan fácilmente, sirven tanto para caligrafía como para colorear, ideales para todos los rangos y edades.
Lo peor: su resistencia a la luz no es óptima, y son un poco caros. Además, son de un solo uso: una vez que la tinta se gasta, no se pueden recargar.

Puntuación: 9/10
Web oficial

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La historia de Sharpie — 1 May, 2018

La historia de Sharpie

Sharpie
Image copyrighted to its owner

En 1857, Frederick W. Redington y William H. Sanford Jr. fundaron la Compañía Sanford en Worcester, Massachusetts (Estados Unidos). Ésta se centraba en la producción y venta de pegamento y tinta. En 1866, la compañía se expandió y se trasladó a Chicago. Tras escapar del Gran Incendio de Chicago en 1871, la fábrica original de Sanford sucumbió bajo las llamas en un incendio en 1899. En tan solo un año, Sanford había reconstruído sus cuarteles centrales en Chicago. Entre 1939 y 1964 la compañía continuó creciendo, y unos productos de calidad unidos a una fuerte distribución la ayudaron a prosperar incluso durante la Gran Depresión. En 1940 la compañía cambió su nombre por el de «Compañía de Tinta Sanford». En 1964, Sanford dirigió sus esfuerzos hacia el mercado emergente de los rotuladores, y concibió el rotulador Sharpie. El Sharpie de punta fina negro se convirtió en el primer rotulador permanente en su estilo. Era capaz de escribir en casi cualquier superficie, incluyendo el cristal, la piedra, el metal o el plástico. En 1979, salió al mercado el llamado rotulador Sharpie de punta extrafina, en cuatro colores diferentes. En 1990, Sharpie fue comprada por las compañía Newell (en la actualidad Rubbermaid) como parte de Sanford, una empresa líder en fabricación y mercado de instrumentos de escritura. En 2005 apareció un nuevo Sharpie en versión mini que era la mitad del tamaño de un rotulador normal y presentaba un clip para poder ser enganchado. Un año más tarde aparecieron los Sharpies con botón retractable, en vez de con el clásico tapón de cierre. Desde sus inicios, más de 200 millones de Sharpies han sido vendidos. Estos rotuladores se producen principalmente en California, Maryville (Tennessee) y México, y son los preferidos de muchos por su rapidez de secado, punta precisa y colores vibrantes.

Web oficial

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Mezcladores — 13 abril, 2018

Mezcladores

El mundo del lápiz de color es apasionante, pero también complejo. Colorear a lápiz es una técnica que requiere de mucha paciencia antes de ver los resultados. No solo hay que tener en cuenta el lápiz que se usa, sino también la superficie donde se aplica el pigmento. Una vez trabajadas todas las capas, el resultado debería ser satisfactorio. Pero para incrementar el realismo, muchos artistas utilizan lo que se conoce como «mezcladores», cuya función es extender el pigmento de un determinado color sobre la superficie del papel, ya sea para crear un efecto difuminado, o bien para mezclarlo con otros colores de forma que la transición sea lo menos evidente posible.

Hay varios tipos de mezcladores: el lápiz, el rotulador y el líquido.

Un lápiz mezclador es un lápiz blando especial sin color cuya función es mezclar dos o más colores, permitiendo la aparición de un nuevo color o desdibujando la frontera entre dos colores diferentes.

derwent

Un lápiz bruñidor es un lápiz duro que se aplica encima de otros colores y crea un efecto de pulido. El lápiz bruñidor no mezcla, sino que le concede al dibujo una calidad fotográfica, brillante, con reflejos, gracias a la capa de cera. Lo ideal es aplicar primero el mezclador, y luego el lápiz bruñidor. Este lápiz también es especialmente útil para crear una capa invisible que no permita a otros colores cercanos entrar en un área que queremos mantener vacía (no es infalible, pero ayuda).

Ambos lápices son de aplicación áspera, y su uso debe ser progresivo para conseguir los efectos deseados. Es mejor aplicarlos con movimientos circulares para evitar rayas extra, y deben ser utilizados solo cuando ya hemos aplicado todas las capas de color. Por supuesto, hay que vigilar que la punta de ambos lápices esté limpia de pigmentos de otros colores antes de aplicarlos.

La marca Derwent ofrece ambos lápices por separado, pero también está disponible un juego con dos lápices bruñidores y dos mezcladores con una goma de borrar y un sacapuntas en Amazon. Otras marcas que trabajan este tipo de lápices son Lyra Rembrandt, Caran d’Ache o Prismacolor, entre otras.

lyra  caran dache  prismacolor

El rotulador mezclador cumple la misma función que el lápiz, pero en versión rotulador. Se trata de un rotulador de tinta invisible cuya función es embellecer la superficie coloreada o fundir dos colores existentes. El rotulador podría ser más efectivo que el lápiz, pero se gasta antes y, por supuesto, sus resultados tampoco son al cien por cien perfectos. Una de las marcas más conocidas es la de Derwent, que vende rotuladores mezcladores ya sea individualmente o en un set de 2 unidades con dos grosores diferentes (2 mm y 4 mm).

derwent blender

Por último, tenemos la opción del mezclador líquido. Los mezcladores líquidos son el sistema más efectivo pero, al ser solventes, son más peligrosos para la salud de las vías respiratorias, porque pueden resultar irritantes. Hay muchos tipos de mezcladores líquidos, pero el más habitual entre los artistas del lápiz es Zest-it, disponible en formatos de 50, 125, 250 y 500 ml y se vende tanto con cítricos como sin cítricos. El solvente cítrico se obtiene de la cáscara de la naranja, mientras que el solvente que no lleva cítrico lleva alcoholes minerales que se crean mediante un proceso químico donde se agrietan o fracturan los óleos. Zest-it sin cítricos huele un poco a los solventes típicos, mientras que el que incluye cítricos huele a naranjas. Por supuesto, que el olor sea agradable no quita que el producto siga siendo nocivo para la salud, pero es mucho más seguro (y económico) que otros solventes del mercado.
El solvente líquido se aplica directamente sobre el papel con un pincel o brocha, sin necesidad de diluirlo.

zestit

Por último, hay personas utilizan aceite de bebé para mezclar los colores, pero ésta opción no funciona en todos los casos, y trae un problema añadido: el aceite de bebé no se seca.

Derwent mezclador en lápiz y bruñidor | Derwent mezcador en rotulador | Zest-it para lápiz

¿Cuál es tu mezclador favorito?